Un escaneo ocular barato y de sólo cinco minutos permite evaluar con precisión la cantidad de daño cerebral que presenta una persona con esclerosis múltiple, y brindar indicios sobre la rapidez con que progresa la enfermedad, según los más recientes resultados obtenidos en una línea de investigación impulsada desde la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland, Estados Unidos.
Los escaneos oculares no son muy caros, son seguros, y se les usa ampliamente en la oftalmología, de modo que será fácil emplear también esta técnica para diagnosticar la esclerosis múltiple y hacer un seguimiento preciso de la misma.
La esclerosis múltiple daña al tejido conocido como mielina, el cual aísla el tejido nervioso en el cerebro y en la médula espinal. Con el paso del tiempo, la acumulación de daños tiende a provocar efectos neurológicos graves.
El Dr. Peter A. Calabresi, profesor de neurología en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, y sus colaboradores, usaron tomografía de coherencia óptica (OCT por sus siglas en inglés) para escanear nervios en el fondo del ojo, aplicando un software especial en cuyo desarrollo ellos participaron, y que es capaz de evaluar capas de tejido sensible a la luz en la retina que resultan inmedibles mediante los métodos convencionales.
El nuevo análisis no usa ninguna radiación peligrosa, y además tiene un costo de tan sólo una décima parte del de la resonancia magnética por imágenes (MRI).
Calabresi y su equipo midieron el grosor o la hinchazón de la capa nuclear interna de la retina en 164 pacientes con esclerosis múltiple y 60 sujetos de control (personas sanas para comparar), realizando el seguimiento de los cambios en estos tejidos durante cuatro años. Al mismo tiempo, usaron escaneos de MRI en el cerebro para medir directamente puntos de inflamación, y realizaron pruebas clínicas para determinar los niveles de discapacidad.
La esclerosis múltiple daña al tejido conocido como mielina, el cual aísla el tejido nervioso en el cerebro y en la médula espinal. Con el paso del tiempo, la acumulación de daños tiende a provocar efectos neurológicos graves.
El Dr. Peter A. Calabresi, profesor de neurología en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, y sus colaboradores, usaron tomografía de coherencia óptica (OCT por sus siglas en inglés) para escanear nervios en el fondo del ojo, aplicando un software especial en cuyo desarrollo ellos participaron, y que es capaz de evaluar capas de tejido sensible a la luz en la retina que resultan inmedibles mediante los métodos convencionales.
El nuevo análisis no usa ninguna radiación peligrosa, y además tiene un costo de tan sólo una décima parte del de la resonancia magnética por imágenes (MRI).
Calabresi y su equipo midieron el grosor o la hinchazón de la capa nuclear interna de la retina en 164 pacientes con esclerosis múltiple y 60 sujetos de control (personas sanas para comparar), realizando el seguimiento de los cambios en estos tejidos durante cuatro años. Al mismo tiempo, usaron escaneos de MRI en el cerebro para medir directamente puntos de inflamación, y realizaron pruebas clínicas para determinar los niveles de discapacidad.
Cuanta más inflamación e hinchazón los investigadores detectaban mediante los escaneos de retina en los pacientes con esclerosis múltiple, más inflamación aparecía en las imágenes de resonancia magnética de sus cerebros. La correlación respalda la utilidad de estos escaneos retinales para evaluar el nivel de daños cerebrales. Poder contar de un modo tan fácil con esa información podría permitir a los médicos saber con exactitud hasta qué punto ha progresado la enfermedad, y poder asesorar mejor a los pacientes sobre cómo proceder con sus cuidados.
Este hallazgo es particularmente importante porque la neurodegeneración es muy difícil de evaluar con exactitud. Una persona joven con esclerosis múltiple en sus fases iniciales puede no presentar síntomas, ya que aunque su cerebro se esté deteriorando, éste aún tiene modos de compensar lo perdido.
Mucha gente padece esclerosis múltiple en el mundo. Sólo en Estados Unidos, la cifra de afectados es de alrededor de 400.000. La enfermedad por regla general afecta a personas con edades entre los 20 y 50 años.
Este hallazgo es particularmente importante porque la neurodegeneración es muy difícil de evaluar con exactitud. Una persona joven con esclerosis múltiple en sus fases iniciales puede no presentar síntomas, ya que aunque su cerebro se esté deteriorando, éste aún tiene modos de compensar lo perdido.
Mucha gente padece esclerosis múltiple en el mundo. Sólo en Estados Unidos, la cifra de afectados es de alrededor de 400.000. La enfermedad por regla general afecta a personas con edades entre los 20 y 50 años.
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