"La gente quiere a los médicos que quieren a la gente; antes de ser un buen médico, se una buena persona"

lunes, 26 de noviembre de 2012

LO QUE HAY QUE SABER A LA HORA DE TOMAR ANTIBIÓTICOS

La automedicación es un comportamiento usual en gran parte de la población adulta. Algunas de sus consecuencias son la mayor resistencia a los antimicrobianos y muchas infecciones ya no se pueden curar fácilmente, lo que ocasiona un tratamiento prolongado y caro, y un mayor riesgo de muerte, advirtió el año pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es frecuente que, ante un malestar por un resfrío, la gente se automedique con antibióticos. ¿Cuáles son los daños que esto puede ocasionar en la salud?
El Dr. Guillermo Bordoli, MN 79593, especialista en Clínica Médica y Terapia Intensiva y gerente médico de Staff Médico, explica que los antibióticos son medicamentos diseñados para actuar contra las bacterias, que son las responsables de las infecciones bacterianas. Se deben tomar según la región del cuerpo que es afectada (no son las mismas bacterias las que provocan una infección en el oído que las responsables de una infección en la orina). Todas varían en la duración del tratamiento como cuántas veces por día deben ingerirlo por día, por eso es la mente sabia del médico que debe evaluar su necesidad, la droga antibiótica elegida, como la duración del tratamiento a efectuar si corresponde, porque hay muchas infecciones de otros orígenes como las provocadas por virus o por hongos que no debe usarse antibióticos sino su tratamiento específico.
¿Qué se considera abuso de antibióticos?
“Se considera abuso del antibiótico cuando el uso no está indicado por el médico. También cuando se usan antibióticos frente a otras patologías no bacterianas, por ejemplo infecciones virales, hongos, procesos no infecciosos, en ese caso su uso está contraindicado porque puede ser contraproducente y hasta perjudicial”, advierte Bordoli.
El abuso genera efectos sobre la flora intestinal, que está compuesta por bacterias que se mantienen en equilibrio. Al usar antibióticos generamos una presión de selección, haciendo que se rompa el “equilibrio endógeno”. Por ejemplo, el uso de antibióticos genera que crezcan micosis al disminuir la competencia que hay entre bacterias y hongos.
“Además cada vez que usamos antibióticos, debido a que la eliminación de los mismos es por orina y materia fecal que se vuelca a la naturaleza, alteramos el equilibrio de nuestro ecosistema. Hacemos que las bacterias, al estar en contacto con un antibiótico en la naturaleza, generen resistencia a los mismos, que luego no van a ser efectivos cuando tengan una verdadera indicación. La industria farmacéutica continuamente se encuentra abocada a la búsqueda de nuevos antibióticos porque los viejos dejan de ser efectivos”, agrega.
 
Por otra parte, hay que considerar que las carnes que consumimos también fueron tratadas con antibióticos. El Dr. Bordoli dice que “en ocasiones, las formas de crianza de animales requieren el uso de antibióticos, como forma preventiva para evitar infecciones. Estos antibióticos modifican la flora de los alimentos que vamos ha consumir y favorecen el desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos comunes que se usan en el humano. Por eso es muy importante la cocción adecuada de los alimentos que ingerimos porque permiten evitar la ingesta de dichas bacterias”.
Cuando un antibiótico se usa en forma indiscriminada una de las posibles consecuencias es la resistencia a ese antibiótico usado. “Ante una nueva infección o fracaso del antibiótico debe usarse un antibiótico más potente, con mayores efectos adversos o inclusive de forma intravenosa, porque el paciente usó antibióticos previamente sin una real indicación médica”, concluye Bordoli.

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